viernes, septiembre 24, 2004


El árbol baobab es el más sagrado de los árboles de África occidental. Su imagen es realmente fascinante porque parece que esté al revés, y las ramas parecen raíces.
Dicen que es el 'árbol de las palabras' entorno al que se reúnen las familias para contar historias, además de que se aprovechan los frutos para comer, y sus cáscaras para quemarlas y ahumar pescado.
Las flores las utilizan en las ceremonias que celebran y para infusiones medicinales, asi como con la corteza fabrican cuerdas.
este árbol se extiende por las Sabanas del sur de Sahel y se expande por todo el continente, hasta Sudáfrica, donde es un árbol sagrado.
Y entorno a él también se ha creado un circo “el circo Baobab': un espectáculo pensado para combinar la tradición cultural guineana y la circense... encima de un árbol, como allí hace mucho calor, no necesitan poner carpa, y decidieron convertir en centro del espectáculo un lugar tan singular para este pueblo.
Después descubro que Antonie de Saint-Exupery, autor de "El Principito", alucinó con el árbol en uno de sus viajes en avioneta por África,y es que todo encaja. Verdad??

miércoles, septiembre 22, 2004

Cuando le prometes un regalo a alguien, y decides que ese algo sea algo hecho por tí, o recompuesto por tí, con todas las armas antiguas y modernas del collage, todo se convierte en una aventura. Ya es bastante ver la cara de sorpresa que pondrá, como guardará aquello que es único con cariño, como al cabo de los años sabrá con certeza el por qué de aquel regalo, Pero hay todavía más, habrás pasado más de mil horas pensando en esa persona, y no solo mientras pegabas y cortabas, o mientras dibujabas, o mientras escribías, habrás pensado intensamente en esa persona ideando, maquinando felizmente.
Por eso al final el regalo es doble en las dos direcciones: el que regala así habrá disfrutado mientras estaba en ello, habrá sido feliz pensando en su asombro-por-venir, y el que recibe habrá sido feliz con la sorpresa-extravagante y albergará en su corazón de niño la alegría de que el regalo encierra muchas horas de ser pensado.Qué cosas!

domingo, septiembre 19, 2004

Pasar mucho tiempo con una misma, mirándose hacia dentro que no el ombligo, aunque de manera inconsciente le lleva a una a conclusiones variadas, yo me he dado cuenta que soy fiel desde hace mucho a ciertas cosas que quiero para mi vida, aunque me de contra muchas paredes y personas que me rodean, advierto que más de lo habitual, estrictamente necesario y normal.
¿Por qué seré tan sentenciosa, tan grave? En los últimos tiempos he venido comprobando la veracidad de una sospecha bien fundamentada: soy un caso inequívoco de extravagancia mental , mi estado natural es la ingravidez . Observo hábitos inconfesables: paseo leyendo por las calles, me emociono hasta el llanto con ciertos poemas, le saco la lengua al televisor y a ciertas noticias del periódico,puedo pasar sesenta minutos mirando el perfil de la montaña en el tiempo que para otro sería un pestañeo, me entra una náusea enorme cuando alguien pronuncia la palabra "delicioso" ante algo insulso (todo esto lo hago siempre a espaldas de la gente honorable). Qué desastre. Procuro no llamar la atención, pagar minuciosamente mis impuestos y abstenerme de abrazar a cuanto guardia urbano o algo parecido ( con todo mis respetos a los guardas urbanos que no al resto de los que hago cuenta) se cruza en mi camino.
Noto con fuerza que la mayor parte de las veces no se me entiende, pero me basta que ÉL lo haga y mi conciencia para estar en paz ( algún otro poeta lo dijo antes que yo, pero ahora lo vivo en carne propia, lo hago mío), para sonreir, para no desfallecer.