lunes, abril 11, 2005


Apagar la luz, abrir los ojos y mantenerlos mirando fijamente el techo de la guarida que esta noche es mi cuarto. Un simple gesto para que empiece a sonar "Ocho y medio" y la voz de Nacho Vegas en la melodía implacable de su canción a lo Bob Dylan, Leonard Cohen y Townes Van Zandt ...
Con la fortaleza perenne de quien se consagra a una canción, la nostalgia vacilante recorre mis brazos. En la fatiga anidada a mi cuerpo descubro un planeta dormido.
Lo acordes y el silencio detrás, humedecido por las lágrimas. Una sensación honda, entreverada de impaciencia...termina de sonar, tomo el teléfono en la oscuridad, necesito escuchar tu voz, resplandecer en la astronomía inmensa de tu rostro.
Alabado sea el letrista de las transparencias emocionales, de las melodías certeras como un tacón de aguja.
[Desapareza aquí de nacho vegas, sello LIMBO STARR 2OO5]