domingo, septiembre 19, 2004

Pasar mucho tiempo con una misma, mirándose hacia dentro que no el ombligo, aunque de manera inconsciente le lleva a una a conclusiones variadas, yo me he dado cuenta que soy fiel desde hace mucho a ciertas cosas que quiero para mi vida, aunque me de contra muchas paredes y personas que me rodean, advierto que más de lo habitual, estrictamente necesario y normal.
¿Por qué seré tan sentenciosa, tan grave? En los últimos tiempos he venido comprobando la veracidad de una sospecha bien fundamentada: soy un caso inequívoco de extravagancia mental , mi estado natural es la ingravidez . Observo hábitos inconfesables: paseo leyendo por las calles, me emociono hasta el llanto con ciertos poemas, le saco la lengua al televisor y a ciertas noticias del periódico,puedo pasar sesenta minutos mirando el perfil de la montaña en el tiempo que para otro sería un pestañeo, me entra una náusea enorme cuando alguien pronuncia la palabra "delicioso" ante algo insulso (todo esto lo hago siempre a espaldas de la gente honorable). Qué desastre. Procuro no llamar la atención, pagar minuciosamente mis impuestos y abstenerme de abrazar a cuanto guardia urbano o algo parecido ( con todo mis respetos a los guardas urbanos que no al resto de los que hago cuenta) se cruza en mi camino.
Noto con fuerza que la mayor parte de las veces no se me entiende, pero me basta que ÉL lo haga y mi conciencia para estar en paz ( algún otro poeta lo dijo antes que yo, pero ahora lo vivo en carne propia, lo hago mío), para sonreir, para no desfallecer.

miércoles, septiembre 15, 2004

Estaba esperando a alguien para ir a comer, como pensé que llegaba tarde había dejado el libro ( que siempre llevo cual salvavidas en el bolso en el despacho), así que me entretenía mirando a los pies de los transeúntes, un juego que practico de cuando en cuando, empiezo por los pies, imagino sus gestos y cómo pueden ser y acabo mirándoles el aspecto...alguien dijo en una peli de gansters ( no recuerdo cúal, cachis) que la manera de conocer a un hombre era mirarle a su calzado ( y no estoy hablando sólo de viejos y nuevos y cosas así, muchos me entenderán).
Andaba yo con mis cábalas y mis adivinanzas cuando un grupo de extranjeros sesenteros de mejillas coloradas, dos parejas, reclamaron mi atención para hacerles una foto ( ellos no saben que en un caso así me fotografié la oreja al colocar erróneamente la cámara), y les retraté felices. Entonces pensé que sería una sorpresa tremenda recibir un día por correo postal un sobre que contuviese todas las fotos que hemos ayudado a hacer en nuestra vida a gente desconocida, seguro que también sería un álbum para nosotros, pero uno de recuerdos, en cada foto intentaríamos recordar nuestras circunstancias, en lugar donde estábamos, que hicimos luego, a quien fuimos a ver....

martes, septiembre 14, 2004

El viaje ya empieza en la oficina donde compro los billetes. Entro por la puerta, un cartel gigante dice "Iberia" ( se pueden decir marcas?), y la luz y la sala en sí ya me parecen que pertenecen al mega-espacio que luego sentiré el día x del vuelo, en el aeropuerto. Todo muy blanco y todo como nuevo pero antiguo, algo hay en ese lugar, las cortinas a tablitas que sé yo, que me hace entrar en los 70.
Todos los personajes de los mostradores parecen atrapados en el tiempo, afuera hace un calor tremendo y ellos visten elegantes chaquetas azul marino de lana!!La mayoría son más que mayores, y recuerdo que siempre me tratan con amabilidad exquisita, casi excesiva para estos tiempos (vaya, la delicadeza del trato nos asombra ), igual pretenden que un día me quede con ellos.Sigo.Me fascinan. Un señor muy amable, calvito y de cara entrañable me invita a su pupitre ( no exagero, es un pupitre) y cuando me hayo toda profesional dándole los datos de mi reserva me interrumpe y me dice "te puedo hacer una pregunta indiscreta?", y yo nerviosa como ando y seducida por el ambiente que allá se respira ya pienso que me va a revelar el futuro o a contarme cualquier misterio de mi existencia que yo desconozco, y sigue " qué perfume llevas? es que desde aquí llega un aroma delicioso", eso me deja sin argumentos y tardo todo el proceso de ordenador y pago para recordar el nombre del perfume entre un "no recuerdo, es que soy muy despistada", justo cuando me levanto después de toda su amabilidad le digo "eden, eso es, eden" y me dice él "feliz vuelo".

lunes, septiembre 13, 2004


querido blog: desde hace mucho tiempo tengo la manía de quedarme adormiscada con el receptor en murmullo, y hasta hace un tiempo se apagaba a media noche y yo seguía mi viaje en brazos de Morfeo. No sé que triquiñuela ha hecho que de unas semanas para acá la pequeña emisora esté con su vocecita toda la noche, esto me provoca sueños extravagantes e informaciones que no sé si capté en las ondas o vienen de mi cabeza, y me entra la duda. Hace dos noches estaba luis garcía montero en una tertulia hablando de drogas?!!!?,cosas así.
Lo de hoy ha sido tierno, me levanté sin saber cómo con una canción de Victor Jara........
la vida es eterna
en cinco minutos
suena la sirena
de vuelta al trabajo
y tu caminando
lo iluminas todo
los cinco minutos
te hacen florecer.

(vendría de mi cabeza o de la radio caprichosa?)
.......ahora que se cumplen tantos aniversarios... de su nacimiento , de su asesinato, este septiembre caprichoso al que yo también estoy ligada ( se acumulan fechas de ratones )...
Y luego a mitad mañana sonó la canción y alguien contó con voz de narrador de cuentos y hazañas la grandeza de este hombre, uno como nosotros...(otra vez desde la radio).